Cuando busco el verano en un sueño vacío, cuando te quema el frío si me coges la mano, cuando la luz cansada tiene sombras de ayer, cuando el amanecer es otra noche helada. Cuando juego mi muerte al verso que no escribo, cuando sólo recibo noticias de la muerte, cuando corta la espada de lo que ya no existe, cuando deshojo el triste racimo de la nada.
Sólo puedo pedirte que me esperes al otro lado de la nube negra, allá donde no quedan mercaderes que venden soledades de ginebra. Al otro lado de los pagones, al otro lado de la luna en quiebra, allá donde se escriben las canciones con humo blanco de la nube negra.
viernes, 25 de febrero de 2011
Nube negra.
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