Me falta una mujer, me sobran seis tequilas, no ver para querer. Malditas sean las pilas que me hacen trasnochar echándonos de menos, echándome de más, almíbar y centeno. Me falta un corazón, me sobran cinco estrellas de hoteles de ocasión donde dejar mis huellas, con nada que ocultar, con todo por delante, Goliat era un patán, David era un gigante. Aunque en parte soy juez de un nunca, de un tal vez de un no sé, de un después, de un qué pronto. En asuntos de amor siempre pierde el mejor, no me tomes tontita por tonto.
martes, 22 de febrero de 2011
Seis tequilas.
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